Hombre Violento
(Arjona Delia)
La vida se le va entre los dedos,
lucha entre la vergüenza y el miedo,
entre las rejas y en cautiverio
continua viviendo en un infierno.
Alzando sus manos poderosas,
¡su furia en la mujer descarga!
ella aprieta el grito en su garganta
¡sus ojos se llenan de lágrimas!
Luego la consuela y le suplica
se arrepiente de sus fallas,
y con un beso y una sonrisa
confiesa que todavía la ama.
Mujer, si no dejas al violento
¡Sólo te abrasaras a tus lágrimas!
¡Tu lecho será fría lápida!
¡Y el cementerio será tu casa!
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