Las señales de maltrato no aparecen de golpe, empiezan de a poco de manera sutil. Primero se conocen, se enamoran y comienzan un proyecto en común. Y luego aparecen las primeras señales cuando él comienza con los celos. El hombre empieza atacando la integridad emocional de la mujer. En su afán manipulador empieza desvalorizándola, la humilla, la denigra y como esto no le es suficiente luego vienen los insultos y los golpes. De esa manera va mellando su autoestima y ella no encuentra las fuerzas suficiente para alejarse, por miedo, por vergüenza o por un sentimiento de culpa. Y luego él se arrepiente y pide perdón. Ella queda atrapada en este círculo perverso de amor-odio y no logra romper sus cadenas. Ella baja su mirada y agacha la cabeza porque los miedos se hacen presentes. El miedo es quien la hace prisionera. De eso habla mi poema “No temas”
No temas
(Arjona Delia)
Su corazón envejece,
enmudecen su garganta,
aprisionan su cuerpo
con el filo de la espada.
Cuántas veces lo perdonó
desafiando a su destino.
Cuántas veces sometida
por palabras que lastiman.
Triste llanto acumulado
de proyectos incumplidos,
siempre baja la mirada
porque teme al enemigo.
Tiempos tristes, soledades,
los miedos se hacen dueños,
la libertad le arrebatan,
¡destruyéndole sus sueños!
Bebe siempre en las noches
el veneno de serpiente,
¿quién curara sus heridas,
y librará de la muerte?
Poema publicado en el libro "Mujer libre"
Todos los derechos reservados.
Copyright ©17/09/2014 by Arjona Delia
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"No podrán callar las voces"
Ante crímenes atroces,
¡no podrán callar las voces!
de la gente al reclamar.
¡No queremos más violencia!
de los hombres sin conciencia,
“Ni una menos” proclamar.
Que no existan más esclavas,
que no le arranquen sus alas,
